Dos monjas salían del convento para vender biscochos. Una es la Hermana Maria y la otra es la Hermana Luisa.
Hermana Maria: - Está quedando oscuro y nosotras todavía estamos lejos del convento!!!
Hermana Luisa: - ¿Ya te diste cuenta que un hombre está siguiéndonos hace como media hora?
Hermana Maria: - Si, ¿Que será lo que el quiere?
Hermana Luisa: - Es lógico El quiere violarnos.
Hermana Maria: - ¿Y ahora, que debemos hacer? El nos alcanzará en 1 minuto.
Hermana Luisa: - La única cosa lógica que nos resta hacer, es separarnos. Tú vas para aquel lado y yo voy por aquel otro. El no podrá seguirnos a las dos, al mismo tiempo.
Entonces, el hombre decidió seguir a la Hermana Luisa...
La Hermana María llegó al convento preocupada con lo que podría haberle sucedido a la Hermana Luisa. Pasado un buen tiempo, llega la Hermana Luisa.
Hermana Maria: - Hermana Luisa. Gracias a Dios que llegó. Cuéntame lo que sucedió.
Hermana Luisa: - Sucedió lo lógico. El hombre no podía seguirnos a las dos, entonces el opto por seguirme.
Hermana Maria: - ¿Entonces que sucedió?
Hermana Luisa: - Lo lógico, yo comencé a correr lo mas rápido que pude y el corrió lo mas rápido que el podía también...
Hermana Maria: - ¿Y entonces?....
Hermana Luisa: - Nuevamente sucedió lo lógico: el me alcanzó.
Hermana Maria: - Oh, Dios mío! ¿Y tú que hiciste?
Hermana Luisa: - Hice lo lógico, me levanté el hábito.
Hermana Maria: - Oh, Hermana Luisa! ¿Y que hizo el hombre?
Hermana Luisa: - El, también hizo lo lógico, se bajó sus pantalones.
Hermana Maria: - Oh, no!!! ¿Y que sucedió después?
Hermana Luisa: - ¿No es obvio, Hermana Maria? Una monja con el hábito levantado consigue correr mucho más rápido que un hombre con los pantalones abajo!!!
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